En Mitrovica (Kosovo) se descubrió una alta contaminación por plomo. Las partículas de una montaña formada por más de 500 toneladas de residuos de plomo, producidos en las últimas décadas por la fábrica de Trepca, inaugurada en 1927 y durante un tiempo el buque insignia de la industrialización yugoslava en Kosovo, son dispersadas por el viento por toda la ciudad, tanto al lado serbio como al albanés. Pero, una vez más, a los gitanos les toca la peor parte ya que se depositan principalmente sobre dos campos de refugiados romaníes ubicados desde 1999 a menos de un kilómetro de distancia de los residuos .
En 2000, un doctor consejero ruso de la ONU, llevó a cabo diversas pruebas entre los habitantes de la zona y recogió multitud de datos que envió a
"En once años han muerto 98 personas en nuestros campos", denuncia Gushani Skenden, uno de los jefes de los campos de Mitrovica. "En algunos casos sabemos que ha sido el plomo, pero los datos de las autopsias no se han hecho públicos. Las mujeres embarazadas transmiten el plomo a sus hijos, la situación es terrible". Durante la edad de crecimiento, el plomo se fija en los huesos sustituyendo al calcio y creando daños devastadores. Es necesaria una terapia de tres años para reducir ese nivel, pero hay que hacerla en una zona no contaminada. Incluso el barrio que están construyendo para los romaníes, el nuevo Roma Mahala, al sur de Mitrovica, está en la dirección del viento".
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