Ya sabíamos que los metales pesados constituyen una amenaza para la salud por su toxicidad y por las consecuencias bioacumulativas en el organismo humano, puesto que pueden perdurar en el mismo 30 años y destruyéndolo en silencio.
"Generaciones de niños han jugado con soldaditos de plomo, las vasijas de barro y vidriadas con plomo son comunes en las cocinas de paises subdesarrollados, juguetes procedentes de países como China, poseen en sus pinturas plomo o similares. Sin mencionar las sustancias contaminantes del aire que se respira". Además hay que tener en cuenta que la exposición laboral puede ser importante en determinadas profesiones, por ejemplo en las fundiciones de plomo y aluminio.
Sí, también resulta nocivo el aluminio. Según algunos estudios, entre ellos el publicado por el centro Médico de la Universidad de Rochester (EE UU), se apunta la posibilidad de ser uno de los culpables ambientales de determinadas enfermedades neurodegerativas, como el alzhéimer. Además, «la acumulación de aluminio condujo a una toxicidad grave en los pacientes de diálisis antes del reconocimiento de la presencia de este elemento como responsable. Hoy, esta situación es extremadamente rara. Sin embargo, la posibilidad de que otros oligoelementos se puedan acumular en pacientes con alteración renal llama la atención», explica el estudio publicado en la revista científica «BMC Medicine».
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